sábado, 24 de mayo de 2014

De repente era verano...



De repente era verano, de repente estaba mama, dirigiendo, organizando, había vuelto..!
 Colgaban unos vestidos en el armario, que en otro tiempo me había puesto, pero no los recordaba. 
 Y el mar... subía y bajaba, llenándolo todo de humedad antigua.. como si se tratase de la respiración de un monstruo dormido. 
 Me sentía distinta, pero no tanto; alegre, pero comedida.
 Olía bien, como a comida rica recién hecha, y la luz del verano lo inundaba todo... 

 Y eso es todo lo que recuerdo. Era como otra vida, como otra oportunidad, como volver a renacer con otra edad..
 -Mamá! grité - y todo se esfumó, fue como si alguien tocase el interruptor de la luz y una niebla fue disipándose a cámara rápida. 

 A mi lado, Marce respiraba tranquilo. 

Y entonces por unos instantes, fui consciente de la nostalgia que aún tengo de ella.. 
de su consuelo y su presencia, del olor de su café y de su cocina, del olor de su piel y sus abrazos.

 ¿Sabes mamá? yo también me estoy haciendo mayor, y algún día mi hijo añorará quizá mi recuerdo, pero la vida sigue, le ha nacido una hija y su amor, seguro, le hará soportable, la nostalgia...