domingo, 18 de octubre de 2009

El día de la Madre Tierra

EL DIA DE LA MADRE TIERRA




Querida Madre,
hoy nos dicen que es tu día, y que debemos cuidarte, amarte y respetarte.
¡Que tristes hijos somos que nos lo tienen que recordar en este día y mañana se nos olvidará!



Pero hoy dejemos hablar a nuestra Madre:




Me siento cansada, enferma. Ha llegado también a mi esa enfermedad que todo lo corroe y lo pudre, matándome lentamente: el cáncer del fuego esta destruyendo gran parte de mis hábitat; el cáncer de los residuos están envenenando el agua y el aire, ¿cómo curarme si son mis propios hijos quienes me matan lentamente? Este ser que tanto amo me destruye, no se da cuenta. De vez en cuando me estremezco por tanto dolor y mis entrañas se mueven, me encolerizo tanto que escupo fuego, lloro tanto que provoco inundaciones, pero nadie parece darse cuenta que yo quiero hacer del mundo un lugar feliz, derrocho vida, me renuevo continuamente ¿pero hasta cuando? Las comunidades de bosques con sus distintos universos, los ríos con su frescura, su risa alegre del repicar contra las piedras, los desiertos con sus atardeceres, las tundras, las praderas, las cimas de las montañas donde habita la esencia del mundo. Y el océano, el inmenso océano donde apareció la vida...



Pero hoy me siento anciana, puede que esté envejeciendo antes de tiempo, se me arranca la vida sin contemplaciones, antes tenia más capacidad de renovación, surgía de las cenizas con mucha más fuerza, pero hoy la vida se me agota, ya no se agradece la que doy, se me arranca la que todavía no puedo dar…

No se cuantas primaveras me quedan, ni cuantos colores puedo ofrecer, ni cuanta agua, ni cuanto aire, lo que si sé es que lo que me pase a mi repercutirá en vuestras vidas, yo puedo morir y con el tiempo renacer. Pero quizá para vosotros sea ya demasiado tarde... .

Cuentan los ancianos que antiguamente una pequeña ardilla podía cruzar Europa saltando de árbol en árbol.
Ojalá que el día de la Tierra sirviera para algo. Ojalá fuésemos capaces de llevar este lamento de la Madre Tierra a todo el mundo, puede que cuando queramos curar sus heridas, la enfermedad ya esté tan extendida que no haya solución…

23 de abril del 2009

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